Aunque sólo sea para hacer la croniquilla de Pálmaces 2009... La verdad es que ahora que estoy en el paro y me dedico a hacer vida de estudiante, tengo menos tiempo que cuando trabajaba, como se ha podido comprobar en el abandono al que tengo sometido al blog, lleno de telarañas y de polvo.
Para poneros un poco en antecedentes, fui de los afortunados que consiguió plaza en Pálmaces (a las 10:05 de la mañana ya era el 154), así que preparé el que posiblemente sea mi último tri de la temporada con bastante ilusión, aunque la falta de tiempo para escribir también tiene su consecuencia en los entrenamientos y uno no va tan fino como le gustaría.
La semana previa, de tappering, aproveché para quedar con Edu y marcarnos 84 kilómetrillos en bici, con Canencia y bollo de limón incluidos; también hice un poquito de carrera (sin forzar, que tenía ligeras molestias en un pie) y me salté la natación a excepción del viernes, que hice 1000 metros con algunos cambios de ritmo, mas que nada para no olvidar como se flota.
La llegada a Pálmaces fue como casi siempre, a eso de las 13:30, para firmar, recoger dorsales y pintarse los números, y después degustar la típica ensalada de pasta en alguna de las escasas sombras que ofrece el lugar.
Natación.
Este año la novedad consistía en que el circuito se hacía al revés de otros años, es decir, se salía hacia la derecha y se nadaba en sentido contrario a las agujas del reloj. Edu me decía que eso nos perjudicaba porque ya no teníamos las referencias de otros años (el árbol, etc), y yo pensaba que como para buscar referencias iba a estar yo. Mi intención era hacer una natación tranquila, en torno a 36-38', para salir fresco a la bici y rematar en la carrera a pie, pero como luego manifesté, me liaron. Si, me liaron porque iba yo a mi ritmillo, estirando brazada y tranquilo cuando me vi arropado por un grupo de nadadores que iban también a mi misma velocidad. "Mira que bien, nos hemos juntado aqui todos los malos nadadores, por lo menos voy a r en grupo y siguiendo pies, que nunca lo he hecho", y así fue excepto a partir de la última boya, donde decidí seguir la tradición y me escoré muuuucho a la izquierda. Menos mal que me dí cuenta cuando ya llevaba unos 50 metros nadando en otra dirección y pude corregir y entrar de nuevo en mi querido grupo de malos nadadores para salir del agua en !!!31 minutos y algo!!! casi me caigo por la alfombra de salida de la impresión... pero si yo no nado así ni en piscina!!
Bici
Con el susto en el cuerpo me fui a por la bici, transición rápida y un poco de mogollón al salir porque la gente se quedaba parada poniéndose las calas y había que zigzagear un poco para arrancar.
La ida hasta Atienza fue con un viento lateral pero ligeramente favorable que hacía ir a una buena velocidad, aunque decidí no ir a tope para reservar fuerzas a la vuelta. En el último repecho antes de girar de nuevo a Pálmaces el viento se puso de cara. Subida dura pero que se hacía más llevadera pensando que en pocos minutos ese viento iba a ser de culo.... si, más bien como el culo. Al girar en Atienza, el viento se transformó en ventarrón lateral y en contra. En cuanto me acoplaba en el lado derecho de la carretera, aparecía en el izquierdo a los pocos metros. Como pelearse con el aire es una batalla perdida, pensé que lo mejor era intentar no bajar el ritmo de pedaleo y estuve jugando con el cambio los últimos 30 km. Plato pequeño en los repechitos pero no bajar nunca la cadencia ni quemar los cuádriceps. Bebí mucha agua porque el riesgo de deshidratación con el calor y el aire era bastante probable.... ese fue el fallo. En lo últimos 5 km de bici el flato dijo "Hola, estoy aqui"....
Carrera
Con mi nuevo amigo instalado cómodamente en mi costado izquierdo, dejé la bici en algo más de 1 hora y 50' (si llego a mantener el ritmo de la ida rondaría la hora y 40') y comencé a trotar.... ay ay ay, la cuesta abajo hace que duela más..... ahí me crucé con Edu que iba a terminar su bici. La cuesta arriba tampoco ayuda a acompasar paso y respiración... nada, que no se quita. Pues a trote cochinero hasta que no se pase o hasta terminar. Cuando llego a los boxes de la T1 espero ver aparecer de un momento a otro a Edu quitándome las pegatinas, pero no es hasta pasando la caseta cuando aparece y no precisamente volando. Balbuceamos entre nosotros "dengo flato"... "y yo voy a vomitar" me contesta. Bueno, normal, no? estamos en Pálmaces.
En la última cuesta de llegada al pueblo empiezo a recuperar ritmo y a perder dolor, y me pongo detrás de un Triguada que va a un buen paso y que puedo seguir sin que reaparezca el flato. Poco a poco voy subiendo la velocidad y la zancada y empiezo a correr más rápido. Objetivo: bajar de 3 horas 30'. En la segunda vuelta fui pasando a varios triatletas, este año la gente estaba bastante fundidita y al final llegué a meta hecho polvo en 3 horas 27 minutos... objetivo cumplido. Ha sido el Pálmaces más duro de todos los que he corrido.... pero volveré.