martes, 4 de mayo de 2010

Arenales 113. El principio del comienzo

Casi un año después de mi última entrada, vuelvo para dejar constancia por escrito de lo que fue el Triatlón de Elche 2010 y aprovechar para dar una vuelta por los blogs de viejos amigos.
Por diversas circunstancias, este año no tenía muy claro si iba a participar en algún triatlón, y Elche no tenía muchas papeletas (precio, tiempo de entrenamiento....), pero afortunadamente a última hora se cuadraron los astros para que pudiera apuntarme a ultimísima hora.

Este año también he ido entrenando un poco a mi bola, ya que no sabía si iba a poder seguir una planificación más estricta como la de las últimas temporadas, pero lo único bueno de "currar" en el Inem es que tienes tiempo para entrenar y encima para hacerlo a las horas de los marqueses.

En fin, que el caso es que las sensaciones que iba teniendo según se acercaba el 25 de abril eran bastante buenas. La natación había dejado de ser un calvario, en bici, aún sin estar tan fino como el año pasado, tenía buenas piernas, y hasta había podido correr con cierta continuidad sin sobrecargas ni lesiones inoportunas, por lo que me planteé como objetivo intentar bajar de 5h30', cosa que no había logrado hasta la fecha.

PREVIA

El sábado en Arenales tocaba recoger dorsales y dejar la bici, donde coincidí con Juán Diego y pudimos retarnos en el habitual pique del corte de cabelleras pipiolos-abuelos.
Hacía ya un calorcito agradable, no como el frio que había hecho en Madrid, asi que con la family nos fuimos a una de las terrazas de Arenales plagadas de triatletas de todas partes de España a degustar un par de buenas jarras de cerveza... para relajar y esas cosas.

NATACIÓN

Las 8:00 de la mañana en boxes, paso a colocar las zapatillas y demás material en la cesta y constato que, como viene siendo habitual todos los años, tengo que hacer una globerada: El bidón de agua de la bici está muy agusto en la cocina de casa. Afronto un medio ironman sin líquido en la bici, menos mal que el primer avituallamiento está a 30 kms y supongo que no me deshidrataré hasta llegar a él.
Me enfundo el neopreno y voy hacia la playa a ver si consigo enterarme del recorrido de natación, porque entre tanto barco, boya y giro me estoy haciendo un lío. Me voy con el speaker y lo repaso con el.... Bien!! me he enterado!!. Vuelvo a ver a Juán Diego, que está dispuesto a raparme al cero, cuando se da la salida de las chicas (gorros rosas), 10 minutos después los élite + abuelos (gorros verdes), otros 10' y salen los de los gorros amarillos, y la siguiente tanda somos los gorros naranjas (grupo de edad 35-39). Hago una salida a lo cobarde situándome en la parte de atrás para que no me peguen mucho y entro en el agua dando pasitos y conteniendo los chillidos que te salen cuando el agua está fresquita de cojones.
Comienzo a bracear y enseguida llegamos a la primera boya, donde hay un atasco considerable de triatletas, parecíamos salmones en una piscifactoría. La segunda boya tiene como referencia un velero, y el mar está un poco movido, por lo que durante el trayecto degusto más de lo que hubiese querido el salado elixir en el que nos movemos. El ritmo que llevo me da la impresión de que es bastante regulero, porque voy muy cómodo, aunque si que veo que voy nadando bastante recto de boya a boya sin hacer mis habituales metros de más. Segunda boya, sigue habiendo algo de atasco de triatletas y nada más salir de ella empiezo a adelantar a los gorros amarillos (¿qué ha pasado?). El color de los gorros se confunde con la tercera boya, pero por suerte sigo en línea recta y la paso sin más dificultades, así como la cuarta y última antes de de poner rumbo a la playa. Cuando estoy llegando al arco de playa, alucino al ver que estoy saliendo con gente de los gorros verdes e incluso los últimos gorros rosas de las chicas. Miro el crono y llevo algo más de 32 minutos en el agua. No está nada mal!!

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