Y es que no acaba uno de encontrar el equilibrio entre el ying y el yang. Cuando volaba con las zapatillas puestas (dentro de lo que en mi estado de forma se puede llamar volar), las inclemencias del tiempo hacían que mi entrenamiento en bici fuera siempre insuficiente, y ahora que empiezo a mejorar dando pedales, diversos dolorcillos (un día un pie, otro un dedo, otro una incipiente ciática...) hacen que mi rendimiento en carrera haya bajado varios enteros. ¿La natación? Como se permite chupar rueda, no hay problema.
El domingo me casqué un buen entrenamiento en bici, 3 horitas para 85 km con un perfil de continuas subidas, donde excepto en la primera que me pilló un poco frío, comprobé que volvía a ir bien cuando la carretera se pone cuesta arriba.
Se acerca Elche y el entrenamiento sigue una buena línea. Esperemos que siga así.
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4 comentarios:
El caso es quejarse... Hay que joderse con la vida del triatleta
Somos los deportistas mas duros y llorones del mundo..... ah! y los que menos entrenamos
¿Cómo que los que menos entrenamos? Eso serás tú, que eres puro talento y gracia divina, pero que no me digan que hay deportistas populares que entrenan más que los triatletas, amos ya (que te voy a dar con la vara en Elche -aunque vayas una vuelta por delante-).
Ramón, sólo tendrás que preguntar en la línea de salida de Elche a la gente lo que ha entrenado, la mayoría te diran que "poco o nada". Eso si, luego van como motos los muy c...
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