jueves, 4 de septiembre de 2008

Maldito aire acondicionado

Lo que para muchos es la salvación en verano, para mi es un calvario, y es que no puedo con el aire acondicionado, debe ser una alergia o algo asi, pero en cuanto estoy un rato expuesto a la fría corriente de aire, mi garganta se reseca, empiezo a toser y a sufrir los síntomas de un resfriado.
El domingo estuve expuesto más de la cuenta y el resultado es que tengo un trancazo encima de tres pares, con una tos que no hay manera de quitar, malestar, la garganta como si me alimentase a base de bocadillos de agujas y con una afonía incipiente.

Como todo tiene su lado positivo, lo bueno es que este momento de pachuchez viene cuando no hay objetivos triatléticos a corto plazo y me estoy tomando los entrenamientos con mucha calma y tranquilidad, aprovechando para hacer los deberes en cuanto a estiramientos, ejercicios de fuerza, etc que durante la temporada a veces obviamos (muy mal hecho, por cierto) por falta de tiempo o simplemente de ganas.
Desde mi última entrada, mis entrenamientos han sido algo tan sencillo como:
Viernes: piscina de verano despues de salir de currar, por lo que podríamos hablar mas o menos de 2x10 aguadillas + 3x5 tiradas a bomba + chapoteos
Sábado: 1h15' de rodillo a ritmo lento con cadencia
Domingo: 2h15' de salida ciclista suaaaaaave
Lunes: 30' de carrera lenta
Martes: 30' de rodillo
Miércoles: 35' de carrera lenta

4 comentarios:

Ishtar dijo...

La verdad es que el aire acondicionado es lo peor de lo peor, porque encima siempre lo ponen a tope y te machaca.

Pero nosotros llevamos 2 días con el aire acondicionado roto y, aunque en la calle no hace el calorazo de hace 1 mes, en la ofi estamos achicharraos!.

Ni una cosa ni otra, vaya.

Besicos!

MCF dijo...

Mejor el aire acondicionado roto, no deja de ser un buen entrenamiento para Pálmaces, no? ;)

Jetlag-Man dijo...

¿Ya has elegido IM para el año que viene?

MCF dijo...

Jajaja, Ramón, si elijo IM para el año que viene, me hacen a mi también una "operación de cojones" pero con un cuchillo de carnicero